En toda la India, innumerables hindúes cargan en silencio con la vergüenza, el miedo y la ansiedad. Muchos viven bajo el peso de las expectativas culturales, el honor familiar y las obligaciones religiosas, con miedo a cuestionar, expresarse o buscar ayuda. La vergüenza se apodera de los corazones cuando llegan los fracasos, el miedo nubla la mente cuando las supersticiones controlan las decisiones, y la ansiedad crece en silencio. En medio de estas luchas silenciosas, el corazón de Dios late por ellos. Él ve cada lágrima oculta y escucha cada llanto no expresado.
Y mientras los corazones sufren en silencio, el amor de Dios sigue persiguiéndonos: en callejones, estaciones de tren y calles concurridas. Su mirada está puesta en los vulnerables, los olvidados y los grupos sociales fácilmente olvidados...
Oremos para que quienes están agobiados por el miedo y la vergüenza encuentren descanso en Él. Que Dios envíe a sus obreros que lleven esta esperanza a quienes sufren en las sombras, recordándoles que son conocidos, valorados y profundamente amados por Aquel que los llama por su nombre.
“No temas, porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; mío eres tú.” Isaías 43:1
Intercede por los hindúes atrapados por el miedo a las maldiciones, los espíritus, el rechazo familiar o la incertidumbre futura. Ora para que se liberen de las cadenas del miedo y encuentren valentía y calma.
en Cristo.
“La paz os dejo, mi paz os doy… No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” Juan 14:27
Oremos para que aquellos que enfrentan vergüenza —por fracasos personales, expectativas familiares o culpa religiosa— encuentren el amor de Dios que restaura la dignidad y la autoestima.
“En lugar de vuestra vergüenza recibiréis una doble porción… y os alegraréis de vuestra herencia.” Isaías 61:7
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