
Vivo en Hanói, la capital de Vietnam, una ciudad llena de historia, tradición y una resiliencia serena. Las calles antiguas serpentean entre mercados y templos, y los lagos reflejan tanto la belleza como la complejidad de nuestra nación. Aquí, en el norte, cargamos con el peso de la larga historia de Vietnam —siglos de dinastías, guerras y reconstrucción—, pero el espíritu de nuestro pueblo se mantiene fuerte y decidido.
Hanói es diferente del sur. La vida aquí se desarrolla con formalidad y orgullo, marcada por profundas raíces culturales y respeto por el pasado. La mayoría de la gente que conozco es devota de creencias tradicionales: culto a los antepasados, budismo y religión popular. El aire suele oler a incienso y el sonido de cánticos se eleva desde los templos de toda la ciudad. Sin embargo, bajo esta devoción, percibo un vacío silencioso: corazones que anhelan la paz que los rituales no pueden traer.
Seguir a Jesús en Hanói no es fácil. Muchos creyentes aquí enfrentan sospechas y presiones en el trabajo, la escuela e incluso en sus propias familias. A algunos se les prohíbe reunirse; a otros se les vigila o se les silencia. Pero la Iglesia perdura, orando con fe y amando con valentía. Nos reunimos en pequeños hogares, en susurros y cantos, confiando en que Dios está obrando algo poderoso en esta tierra.
Creo que se acerca el día en que Vietnam, desde Hanói hasta Ciudad Ho Chi Minh, desde el delta hasta las tierras altas, estará unido no solo como una sola nación, sino como una sola familia bajo el Señor Jesús. Oramos por el día en que su paz fluya como el Río Rojo, llenando de vida cada rincón de este país.
Orar por El pueblo de Hanoi se encuentra con Jesús como fuente de verdadera paz en medio de la tradición y el progreso. (Juan 14:27)
Orar por Los creyentes del norte de Vietnam se mantienen firmes en la fe a pesar de la persecución y la presión social. (1 Corintios 16:13)
Orar por unidad y resurgimiento entre los muchos grupos étnicos de Vietnam, para que toda lengua adorara al mismo Señor. (Apocalipsis 7:9)
Orar por el evangelio se difundirá a través de hogares, lugares de trabajo y universidades en Hanoi con poder y coraje. (Hechos 4:31)
Orar por el Espíritu Santo para transformar esta ciudad histórica en un centro de verdad, sanación y esperanza para todo Vietnam. (Habacuc 2:14)



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