Desde pequeños, a muchos hindúes se les enseña a afrontar la vida con reverencia y devoción. Mediante la puja diaria, las visitas al templo y la oración disciplinada, suelen expresar un profundo respeto por lo divino. Sin embargo, tras estos rituales, muchos se preguntan en silencio: "¿Es esto suficiente? ¿Pueden los dioses oírme?". El camino hacia la verdad no siempre es claro. Puede comenzar con decepción, confusión o silencio espiritual. Pero cuando alguien busca a Dios con sinceridad, pidiendo conocerlo en sus propios términos, Jesús suele encontrarle de maneras profundas.
Esta es la historia de Sanjay. Criado en un hogar hindú devoto, una vez negoció con el Dios de la Biblia. Cuando la paz que sentía desapareció, buscó respuestas por toda la India. Pero solo cuando oró con sinceridad, Jesús respondió. Su búsqueda no terminó en un templo, sino en una relación con el Dios vivo.
Como hindú, vi a mi madre rezar fielmente a sus dioses, y su devoción me enseñó a creer en Dios con sinceridad. Un día visité una iglesia y le rogué al Dios de la Biblia: «Dame buena suerte y seguiré los Diez Mandamientos». Sentí paz, pero solo por unos días. Cuando se desvaneció, me sentí abandonado.
Años después, el pensamiento: "¿Me buscabas?", despertó algo profundo en mí. Empecé a explorar el hinduismo, visitando lugares sagrados por toda la India, pero la distancia persistía.
Una noche, oré con sinceridad: «Dios, estoy dispuesto a conocerte en tus términos, no en los míos». Un amigo me habló después de Jesús, pero no me interesó. Pasaron los meses. Una noche, caminando de vuelta a casa, clamé a Dios pidiendo perdón y ayuda. A modo de experimento, oré a Jesús, invitándolo a ser mi Dios. Y vino. Y se quedó.
Sanjay encontró a Dios gracias a su perseverancia serena y un corazón sincero, pero no todos los buscadores comienzan su camino lejos de la religión. Algunos, como Gopal, han pasado su vida inmersos en la devoción espiritual, pero aún anhelan la verdad. Pasa la página para descubrir cómo el Dios que salva encuentra incluso a quienes buscan fielmente entre los muros del templo.
Pídele al Señor que levante creyentes que escuchen con paciencia, compartan la verdad con gentileza y caminen junto a los buscadores con gracia y coraje.
Oremos para que el hambre espiritual y la devoción traigan a más personas como Sanjay a pedirle a Dios que se les revele a través de sueños, oraciones contestadas, paz y libertad de las decepciones y la desesperación.
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