
Yo vivo en Kermanshah, Una ciudad enclavada entre las montañas del oeste de Irán, un lugar donde la cultura kurda está profundamente arraigada y el aire está impregnado de orgullo y dolor. Mi gente es cálida y resiliente, aunque cansada de años de promesas incumplidas. Desde el fracaso del acuerdo nuclear de 2015, la vida aquí se ha vuelto más difícil. Las sanciones han devastado nuestra economía, los estantes están cada vez más vacíos y la esperanza escasea. La visión del gobierno de una utopía islámica ha resultado vana, y muchos cuestionan en silencio todo aquello en lo que se les inculcó la idea.
Kermanshah es el hogar de muchos tribus kurdas, Familias que antaño vivían en aldeas remotas llegaron a la ciudad buscando estabilidad tras la guerra y las penurias. La mayoría son musulmanes sunitas; sin embargo, incluso aquí, donde la fe es fuerte, la mano dura del gobierno les niega el derecho a construir mezquitas libremente o a practicar su fe sin temor. Para quienes seguimos a Jesús, el precio es aún mayor. Nos reunimos en silencio, a menudo en casas, sabiendo que ser descubiertos podría significar la cárcel o algo peor.
Sin embargo, en medio de la opresión, Dios se manifiesta con poder. He visto corazones abrirse a Cristo a través de sueños y milagros, en conversaciones susurradas junto al té y en la bondad de creyentes que sirven en secreto. Muchos anhelan la verdad, cansados de rituales vacíos y regímenes temerosos. El evangelio se extiende clandestinamente —invisible pero imparable— y creo que Kermanshah algún día será conocida no solo por su herencia kurda, sino como el lugar donde Jesús edificó su Iglesia sobre una fe inquebrantable.
Orar por Los habitantes de Kermanshah para encontrarse con la verdad de Jesús en medio de la desilusión con los sistemas políticos y religiosos. (Juan 8:32)
Orar por Que los creyentes kurdos de Kermanshah se fortalezcan con valentía y unidad al compartir a Cristo con serena valentía. (Hechos 4:29)
Orar por Que Dios ablande los corazones de las autoridades locales y abra las puertas a la libertad de culto en la ciudad. (Proverbios 21:1)
Orar por un avivamiento entre las tribus kurdas sunitas, para que llegaran a conocer a Jesús como su Pastor y Salvador. (Juan 10:16)
Orar por Kermanshah se convertirá en un faro de esperanza donde el amor de Cristo venza el miedo y la división. (Romanos 15:13)



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