
Cuando camino por las calles de Ahvaz, El aire se siente denso, cargado de polvo, humo y tristeza. Nuestra ciudad, rica en petróleo, impulsa gran parte de la riqueza del país, pero la misma industria que nos sustenta también envenena el aire que respiramos. Muchos tosen al pasar junto a las refinerías, y el cielo suele estar gris, como si la creación misma gimiera bajo el peso de nuestras luchas.
Ahvaz es la capital de Juzestán, Una región que antaño rebosaba de promesas, ahora está asolada por las dificultades. Los precios suben a diario, los empleos desaparecen y la esperanza se siente lejana. La promesa del gobierno de una utopía islámica se ha desvanecido, dejando tras de sí frustración y silencio. La gente está cansada, no solo físicamente, sino también espiritualmente, y dondequiera que voy, percibo una profunda sed de algo real, algo puro.
Y en ese vacío, Dios se mueve. Silenciosamente, con poder, su Espíritu obra en los lugares ocultos: en oraciones susurradas, hogares secretos y corazones otrora endurecidos por la desesperación. La Iglesia aquí es pequeña pero viva, y crece más rápido de lo que nadie podría imaginar. En una ciudad donde el aire está contaminado, aliento de Dios aún se mueve libremente.
Soy uno de los muchos en Ahvaz que han encontrado una nueva vida en Jesús. Cada día trae sus riesgos; sin embargo, en cada encuentro, en cada canto susurrado, sentimos la presencia de Aquel que no puede ser silenciado. Este sufrimiento no es en vano. Está preparando el terreno, acondicionando los corazones para el Evangelio. Y oramos con la esperanza de que un día, Ahvaz —y todo Irán— vuelva a respirar aire puro, no solo en el aire, sino también en el Espíritu.
Orar por Los habitantes de Ahvaz se encuentran con Jesús, la verdadera fuente de vida y esperanza, en medio de la contaminación y las dificultades. (Juan 10:10)
Orar por Que los creyentes de Ahvaz sean fortalecidos y protegidos mientras se reúnen en silencio para adorar y compartir el evangelio. (Salmo 91:1–2)
Orar por Corazones cansados por la lucha económica y ambiental necesitan ser ablandados y abiertos al amor de Cristo. (Mateo 11:28)
Orar por Que el Espíritu Santo purifique esta ciudad —no solo su aire, sino su alma— con el aliento de una nueva vida. (Ezequiel 37:9–10)
Orar por Que Ahvaz se convierta en un lugar de renovación, donde la luz de Jesús atraviese toda capa de oscuridad. (2 Corintios 4:6)



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