Quizás te preguntes: "¿Por qué oramos por el pueblo hindú todos los días durante esta aventura?". ¡Es una gran pregunta, y la respuesta es increíble!
Hoy en día, hay más de mil millones de hindúes en el mundo. La mayoría vive en India y Nepal, pero también hay familias hindúes en muchos otros países, como el Reino Unido, Estados Unidos, Kenia e incluso cerca de donde vives. Detrás de los coloridos festivales, los templos concurridos y las oraciones diarias hay personas reales: mamás y papás, niños y abuelos, y Dios ama a cada uno de ellos.
La Biblia dice que Dios creó a todas las personas a su imagen (Génesis 1:27). Eso significa que cada niño hindú es maravillosamente creado y especial para Él. Pero muchos hindúes aún no conocen a Jesús, la verdadera Luz del Mundo. Durante el festival hindú de Diwali, las casas y las calles se llenan de lámparas y fuegos artificiales para celebrar que la luz vence a la oscuridad. Pero solo Jesús puede traer la verdadera luz que nunca se apaga.
¡Por eso oramos! Pedimos a Dios que les muestre a las familias hindúes que Él las ve, las ama y envió a su Hijo Jesús para salvarlas.
Puede que tus adultos también estén orando por cosas importantes: que el Evangelio se extienda en la India, que los niños escuchen de Jesús y que familias enteras lo sigan juntas. ¡Aún estás a tiempo de unirte! Cuando los niños oran, el cielo los escucha.
Piensa en ello como si fueras parte de un gran equipo: los adultos oran, los pastores oran, las iglesias de todo el mundo oran, ¡y tú te unes a ellos! ¡A Dios le encanta escuchar a los niños orar! Cada vez que oras, estás iluminando el mundo hindú con la luz de Dios.
Así que, al vivir esta aventura, recuerda: tus oraciones importan. Dios te escucha. Y estás ayudando a escribir una hermosa historia: una en la que los niños y las familias hindúes descubren cuánto los ama Jesús.
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