¡Bienvenido de nuevo, aventurero! Hoy nos asomaremos a casas coloridas y calles bulliciosas. ¡Oremos para que cada niño sienta la alegría y la esperanza de Dios en su interior!
¡Lee la historia!
Lucas 10:25–37
Introducción de la historia...
Jesús contó sobre un hombre que iba de viaje y fue atacado. La gente pasaba sin ayudarlo, pero un samaritano se detuvo. Lo atendió, le vendó las heridas y lo puso a salvo.
Pensémoslo:
La vida puede parecer un viaje, a veces emocionante, a veces difícil. Los trabajadores migrantes viajan lejos de casa para ganar dinero, sintiéndose a menudo solos. En la historia de Jesús, el Buen Samaritano vio a alguien necesitado y lo ayudó. Dios se preocupa por las personas que viven lejos de casa y quiere que nosotros también nos demos cuenta y nos preocupemos por ellos.
Oremos juntos
Querido Dios, ayúdame a ser amable con quienes se sienten lejos de casa. Dame la valentía para cuidar de los demás. Amén.
Idea de acción:
Haz una “tarjeta de bondad” para alguien que no sea de tu familia, tal vez un vecino o un maestro.
VERSÍCULO DE MEMORIA:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo.” — Lucas 10:27
El pensamiento de Justin
Una vez me sentí perdido en una excursión escolar. Tenía miedo, hasta que alguien vino a ayudar. Muchos niños se sienten lejos de casa. Podemos ser como el samaritano mostrando bondad. Una sonrisa o una pequeña ayuda pueden traer esperanza.
Los adultos
Hoy, los adultos oran por los trabajadores migrantes que viajan lejos de casa. Piden a Dios que proteja a las familias que se quedaron atrás y les brinde dignidad y justicia.
OREMOS
Señor, consuela a los niños cuyos padres viajan lejos para buscar trabajo.
Jesús, protege a las familias de los trabajadores migrantes y llénalas de esperanza.